INSTITUTO
ARGENTINO DE SEGURIDAD
INFORMATIVO Nº
42 (14 – 03 – 2003)
ASOCIADOS AL I.A.S.
NOVEDADES
I.A.S. ON LINE
Comunicamos que han sido incorporadas recientemente, las siguientes informaciones, que pueden ser de su interés, cumpliendo el programa de actualización periódica:
Riesgos del Trabajo
RESOLUCIÓN S.R.T. Nº 131/2003: Apruébase la selección de proyectos destinados al Programa de Promoción de la Investigación, Formación y Divulgación sobre Riesgos del Trabajo para el período Noviembre 2002 – Junio 2003.
Se incorpora el texto COMPLETO, al que se podrá acceder ingresando a la Página Web: www.ias.org.ar è I.A.S. ON LINE è en REPORTER I.A.S. è NOTICIAS PERIÓDICAS de ACTUALIZACIÓN LEGAL |
ASCENSORES - Registro de Conservadores
(GOBIERNO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES)
LEGISLACIÓN RELACIONADA:
DECRETO Nº 578/2001 GCABA
DECRETO Nº 1734/202 GCABA (MODIFICATORIO)
DECRETO Nº 151/2003 GCABA (PRÓRROGA)
Se incorporan los textos COMPLETOS de los Decretos, a los que se podrá acceder ingresando a la Página Web: www.ias.org.ar è I.A.S. ON LINE è en REPORTER I.A.S. è NOTICIAS PERIÓDICAS de ACTUALIZACIÓN LEGAL |
ASCENSORES: A efectos de cumplimentar lo referido al tema, se publican algunas consideraciones sobre el control de mantenimiento y seguridad y lo referido a las Tarjetas de Control de Conservación, de Seguridad y Rótulo de Seguridad.
Se incorporan los textos COMPLETOS de estos informes, a los que se podrá acceder ingresando a la Página Web: www.ias.org.ar è I.A.S. ON LINE è en REPORTER I.A.S. è NOTICIAS E INFORMACIONES TÉCNICAS Y DE INTERÉS GENERAL |
MOTIVACIÓN PARA LA SEGURIDAD
Cumplir solamente con la Seguridad exigida por la Ley, no
alcanza, por la sencilla razón de que toda Legislación es de mínima y la
Seguridad debe formar parte del Proceso Productivo como objetivo de máxima y
estar presente como un componente indisoluble de cualquier actividad laboral.
Por supuesto, una Empresa que aspire a ser “segura” en continuidad, debe contar
con el apoyo del factor humano que la integra y esto no se logra sin un gran
esfuerzo de toda la Organización y en especial de los Niveles de mando.
Una orientación válida es saber “quienes” están a favor
de la Prevención aplicada, quienes no lo están —que los hay— y quienes se
declaran entusiastas aliados de la Seguridad, pero sólo declamatoriamente,
desmintiéndolo con su conducta, que es el verdadero factor de control sobre la
respuesta de la gente.
Una vez “catalogadas” las personas, será conveniente
centrar el accionar motivador sobre aquellos que no “participan decididamente”,
sin distinción de Niveles, porque este fenómeno de “Gatopardismo”, se da en
cualquier nivel de desempeño.
Una de las preocupaciones de los Especialistas en
Seguridad ha sido y es cómo actuar para “modificar a favor”, la actitud de la
Gerencia, pero esto está cambiando, porque los Directivos de alto nivel, son
cada vez más exigidos en lo referente a lograr y mantener adecuados índices de
rentabilidad, por varios caminos, entre los cuales se destaca la reducción de
costos y la eliminación de pérdidas.
Hoy nadie duda en calificar al “accidente previsible”,
como una pérdida evitable y sobre todo, en considerarlo como una “falla” de
gestión.
A medida que se “ajustan” las “calificaciones” del Nivel
Gerencial por parte de la Dirección, se logrará una mayor preocupación de la
Gerencia hacia la Seguridad y por consiguiente una más decidida participación
de dichos niveles, expresada en medidas de control sobre el Desarrollo de los
planes de Mejoramiento.
Pero esto ayudará a solucionar sólo una parte del
problema de la Motivación. Quedará todavía obtener una respuesta de la
totalidad de la gente, haciendo coincidir los objetivos individuales o de
grupo, con los objetivos de la Organización, “acercando” los intereses, las
conveniencias y las ventajas, posibles de obtener integrándose a un Plan global
donde todos estén beneficiados. “La mayor
motivación para participar, como en el juego, es creer que se puede llegar a
ganar algo.”
“Cantidad, Calidad
y Seguridad juntas
en el Proceso
Productivo, como una sola Prioridad
unificada” |
Lic. Jorge Alfredo Cutuli
EXIMEN DEL PAGO INDEMNIZATORIO A UNA ART POR NEGLIGENCIA DE
LA EMPRESA
La
Corte Suprema de justicia estableció que las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo
(ART) no deben responder por sus clientes cuando los accidentes se deben a
negligencias de los empleadores en cuanto a las medidas de seguridad.
Lo
hizo al resolver que la firma de seguros Mapfre Aconcagua S.A., no deberá
indemnizar a la familia de un albañil que cayó de un andamio por no haber sido
proveído por su empleador del cinturón de seguridad reglamentario. La Corte
confirmó así un fallo de la Cámara Laboral.
El
accidente ocurrió el 18 de marzo de 1997, cuando Carlos Arquímedes Elisa, de 33
años, trabajador de la empresa Techo Técnica, se cayó de una escalera de altura
mientras se encontraba reparando una chapa en una obra en la calle Osvaldo
Cruz, en la Capital Federal.
Una
semana después, Elisa falleció en el Hospital Alemán, donde fue atendido por
cuenta de la ART Mapfre Aconcagua, la aseguradora de Techo Técnica.
La
mujer de Elisa, Mónica Rivero, rechazó la renta ofrecida como indemnización por
Mapfre Aconcagua, según lo establece la Ley de Riesgos del Trabajo, e inició
una acción judicial.
Los
peritos judiciales dictaminaron que el accidente en el que murió Elisa se
produjo porque la escalera no era la adecuada para ese trabajo de altura. Y
además, que no se le proveyó al trabajador del cinturón de seguridad
indispensable para la tarea, lo que podría haber evitado su muerte.
La
Corte estimó que la ley no otorga a las ART "fácultades de dar
instrucciones para realizar las tareas, impedir su ejecución o clausurar
establecimientos por razones de seguridad".
"Es
al órgano supervisor, que asumió las atribuciones de la Dirección Nacional de
Salud y Seguridad en el Trabajo, a quien en definitiva compete controlar el
cumplimiento de las normas de higiene y seguridad en el trabajo",
añadieron los integrantes de la Corte.
El
fallo fue firmado por los ministros Julio Nazareno, Augusto Belluscio, Antonio
Boggiano, Guillermo López y Adolfo Vázquez, con las disidencias de Eduardo
Moliné O'Connor y Carlos Fayt.
"Aun
cuando la aseguradora no haya denunciado a la Superintendencia de Riesgos del
Trabajo que la empleadora no entregaba cinturones de seguridad, ello resulta
insuficiente para concluir que el fallo impugnado es arbitrario".
SEGURIDAD
EN EL TRÁNSITO
La Capital tiene un semáforo cada cuatro esquinas, casi 4 veces más que las grandes ciudades de Europa y EE.UU.
En la Ciudad de Buenos Aires hay 3.400 semáforos, pero pocos los respetan. EL 75% DE LOS ACCIDENTES CON VICTIMAS OCURREN EN CRUCES CON SEMÁFORO.
Santa Fe y Callao, lunes, 18 horas. Lugar clave, horario
pico. Autos, motos, colectivos, taxis parecen empujarse para avanzar, como sea,
lo más rápido posible. Son miles de automovilistas ansiosos y apurados. Y entre
tanta prisa, la luz roja es ignorada una y otra vez.
En sólo una hora de observación, de una tarde tomada al azar en esa esquina, se
contabilizaron 96 autos cruzando el semáforo en rojo (121 lo hicieron en
amarillo). La mayoría fueron taxistas. Los autos particulares les pisaban los
talones, y los colectivos no se quedaron atrás.
Teniendo en cuenta que los semáforos de ese cruce y a esa hora, tienen un ciclo
completo que dura 110 segundos, significa que cada vez que se enciende la luz
roja, tres autos (en promedio) la van a transgredir. Y eso es fácil de
comprobar.
18.04 hs. Cinco taxis cruzan Callao en rojo, a toda velocidad. ¿Se habrán
puesto de acuerdo para cometer lo que la Ley de Tránsito considera una falta
grave? Tres minutos después un patrullero cruza en rojo por la misma avenida.
Le siguen una camioneta 4x4 y un Ford Ka. Antes, otros cuatro autos pasaron en
amarillo pleno.
Durante el tiempo que se observa el tránsito de esa esquina céntrica, no se
advierte ningún tipo de control. Ni de policías haciendo multas, ni los autos
destinados a los controles fotográficos.
Según los datos de la Dirección General de Infracciones, sólo un 8% de las
multas que se hacen en la ciudad, corresponden a la violación de la luz roja,
después del exceso de velocidad y el mal estacionamiento. Los números dicen que
quienes más ignoran la luz roja del semáforo son los particulares y los
taxistas, en ese orden.
Buenos Aires tiene 3.400 semáforos. Eso significa que una esquina de cada
cuatro tiene semáforo. Algunos opinan que son demasiados: "Es una densidad
elevada y bastante superior a la que se registra en las grandes ciudades
europeas y norteamericanas", señala un estudio de la Dirección de
Seguridad Vial. En la Capital Federal hay 1,13 esquinas con semáforo por cada
1.000 habitantes. En las ciudades de Europa y Estados Unidos, casi cuatro veces
menos: entre 0,25 y 0,30 esquinas con semáforo por cada 1.000 habitantes.
Sin embargo, que haya semáforos no parece indicar mayor seguridad en el
tránsito. Según los datos del gobierno porteño, el 75% de los accidentes viales
con víctimas que hay en la ciudad, ocurren en cruces con semáforos que
funcionan perfectamente. Y en el 79% de las esquinas con semáforos, se producen
accidentes con víctimas. La explicación es simple: "Cuando hay semáforo,
el que tiene la luz verde suele atravesar la esquina sin tomar precauciones. Y
si llegando a la otra calle, un peatón o un vehículo viola la luz roja o
acelera ante la luz amarilla, el choque resulta inevitable", dicen en
Seguridad Vial.
Pero además, los peatones que se amontonan en las esquinas esperando que la luz
les dé paso suelen cometer otra imprudencia: pisan la senda peatonal antes de
que el muñequito indicador del semáforo les dé el OK para cruzar.
18.34 hs. A un interno de la línea 37 parece que le quedó corta la luz amarilla
de Santa Fe, que tiene la función de avisarle al conductor: "Alerta,
pare". Pero el colectivero prefirió interpretarla como "acelere a
fondo y cruce". Tres minutos más tarde, otro colectivero hizo lo mismo por
Callao.
¿Falta de cálculo? ¿Cuánto dura la luz amarilla del semáforo antes que se
encienda la roja? La luz amarilla —salvo excepciones— dura 3 segundos. Ese es
el tiempo que tiene un conductor para calcular si llega a cruzar toda la
bocacalle antes de que el semáforo se ponga en rojo, o decidir si se detiene
antes de la senda peatonal. En la avenida del Libertador, en cambio, la luz
amarilla dura un poco más: 5 segundos. Eso se debe a que allí la velocidad
máxima es de 70 km por hora.
18.38 hs. Un motoquero casi les pasa por encima a dos adolescentes. Los
reflejos de las chicas impidieron el accidente. A esa hora el tránsito estaba
endemoniado. Y la moto siguió como si en Santa Fe y Callao los semáforos no
existieran. ¿Qué pasa, mientras tanto, con los autos que estaban esperando la
luz verde? Cautela pura. Nadie pone primera antes de que se encienda la luz
verde.
Queda claro que la infracción se comete cuando un automovilista atraviesa la
bocacalle con el semáforo en rojo pleno. Y eso es lo que se penaliza. En caso
de las multas fotográficas, en toda la ciudad hay unas 20 cámaras fijas que
tienen su funcionamiento coordinado con el semáforo.
Dentro
de la ingeniería del tránsito porteño, los semáforos de la esquina de Santa Fe
y Callao están codificados en un "tipo", que corresponde al cruce
"avenida-avenida". Y están conectados al circuito computarizado del
Macrocentro. Según la Dirección de Señalización Luminosa, los ciclos de los
semáforos en esa esquina no son los mismos a lo largo del día: varían entre
110, 100 y 80 segundos, de acuerdo con el volumen del tránsito.
18.46 hs. La sirena de una ambulancia del SAME se abre paso entre los autos.
Hay confusión y bocinazos. Y no falta el vivo que se cuela detrás de la
ambulancia y acelera abriendo un surco peligroso en plena avenida. A las 19, un
camión de basura estaciona apenas unos metros cruzando Callao. Más de la mitad
de la carrocería queda sobre Santa Fe.
Muchas esquinas porteñas se convirtieron en una zona de riesgo. Es claro que un
par de clases de seguridad vial no vendrían nada mal.
Si de
transgresiones se trata, cualquier esquina de Buenos Aires sirve para demostrar
que los porteños no son ejemplares al volante. Sobre todo, a la hora de
respetar el semáforo. Además de la de Santa Fe y Callao (con 96 cruces en
rojo), se controlaron otras tres esquinas de la Capital durante una hora. El
resultado: 350 autos pasaron con la luz roja en ese lapso.
El reloj marca las 10,35 de la mañana en San Juan y Boedo. El tráfico es
abrumador en la esquina de Homero Manzi. Adentro, en el bar que lleva su
nombre, la gente disfruta de un café y lee el diario, ajena a lo que pasa
afuera.
Allí, en una hora fueron 180 los vehículos que burlaron las luces de tránsito.
De todos estos, fueron más los que cruzaron en rojo (94) que los que lo
hicieron en amarillo (86).
En otro punto del mapa, en Juan B. Justo y Nazca, los autos toman otro destino.
Pero al igual que en la esquina anterior, los automovilistas no son muy
cuidadosos a al hora de respetar la luz roja. De hecho, la cantidad de
infractores que se registró fue mucho mayor. Allí 121 autos cruzaron con luz
roja.
La mayoría de los que siguen de largo son taxis y colectivos. Por Juan B.
Justo, a esa altura, transitan varias líneas: 34, 166 y 216. Por Nazca lo hacen
la 63, 133, 84. Muchos ómnibus tienen parada en esa esquina, de manera que
cuando arrancan se juegan a que el amarillo demore un poco más para no perder
más tiempo del que les lleva que suban y bajen los pasajeros.
Además de los peatones que corren cuidadosos para evitar accidentes, hay un
joven que está muy al tanto del alerta que hay que tener allí. Se llama Raúl,
un malabarista que tiene bien cronometrados los 35 segundos con los que cuenta
para hacer su show de clavas al aire. Sus cálculos comprenden el tiempo en el
que debe tener mucho mas cuidado todavía, ya que por más de que el semáforo le
permita el paso, son muchos los automóviles que no respetan la luz roja.
En otra esquina de pleno Caballito, las transgresiones también estuvieron a la
orden del día. Era la intersección de la avenida La Plata y Rivadavia. Allí
fueron 39 los automóviles que transgredieron la luz de prohibición, de los
cuales 34 debían esperar el semáforo que apunta a avenida La Plata. Cruzaban
rápido con la luz de detención ya frente a sus narices. Mientras grandes y
chicos corrían o detenían su impulso para atravesarla calle, como si se tratara
de una ceremonia cotidiana.
Velocidad sin límite en las autopistas
¿Se preguntó alguna vez qué se siente al ir a la máxima velocidad permitida en
una autopista porteña? Si la respuesta incluye adrenalina o vértigo, está
equivocado. La sensación es estar desubicado y verse obligado a ir por el
carril derecho (el lento, el de los camiones) para no entorpecer el tránsito y
evitar bocinazos.
Clarín recorrió el lunes pasado, durante una hora y media, de 17.30 a 19, en la
hora pico por excelencia, tramos de la Autopista 25 de Mayo, la General Paz, la
Autopista Illia y algunas avenidas de la ciudad. El recorrido se hizo con el
acelerador clavado en la máxima velocidad permitida, según cada caso. El
resultado: último puesto.
En la Autopista 25 de Mayo, desde Constitución hacia General Paz, la máxima
permitida es 100 kilómetros por hora. En las curvas, esta velocidad disminuye a
60 y hasta a 40. Entre las 17.50 y las 17.54 del lunes, 13 autos, un colectivo
de la línea 88 y una moto superaron la máxima como si se burlaran de un gran
cartel que pide que se la respete. Viajaban, en su mayoría, hombres solos pero
también pasaron mujeres, parejas y familias. Un par de kilómetros antes del
peaje, los letreros marcan: 30. Esto no lo cumple nadie.
En el ingreso a la General Paz, desde Riccheri hasta Avenida de los Corrales,
la máxima permitida es 80. En apenas dos minutos, un VW Caddy rojo, un Peugeot
305 gris, un Mercedes Benz gris, un Peugeot Boxer tipo trafic, con chicos, y un
Ford Fiesta azul, superaron esa velocidad. Es decir, en la General Paz, para ir
a 80, hay que circular por el carril derecho.
Otra vez en la Autopista 25 de Mayo pero desde General Paz hacia Avenida 9 de
Julio. Un cartel indica: "Circular con luces bajas 24 hs.". Sólo 1 de
cada 10 autos las enciende de día. Un ejemplo más sobre velocidad: entre las
18.25 y las 18.30, 15 vehículos superaron los 100 km.
En la Avenida Sarmiento, donde la máxima posible es 60 km por hora, todos los
conductores —inclusive un patrullero sin hacer sonar su sirena— superaron los
80, entre las 18.44 y las 18.50. No sucede lo mismo en la Avenida Libertador,
donde se permite circular a 70, hasta Pueyrredón, y a 60 después, ya que los
semáforos "regulan" la velocidad.
Es
extraño ir a la máxima velocidad y sentir que se "estorba" el
tránsito. Es como quedar último en la carrera, se corra donde se corra. La duda
es: ¿qué carrera se juega?
Fuente: “CLARÍN”
Se encuentra abierta la inscripción para participar
de este evento que organizado por el I.A.S., se llevará a cabo en el Sheraton
Hotel de la Ciudad de Buenos Aires, del 21 al 24 de Abril del 2003, con los
Auspicios de Poderes Públicos en el Orden Nacional, Provincial y Municipal,
Entidades y Organismos relacionados, Comisión Permanente de Seguridad, Higiene
y Medicina del Trabajo, Asociación Latinoamericana de Seguridad e Higiene en el
Trabajo (ALASEHT) y el apoyo y colaboración de Empresas Líderes de la República
Argentina.
Recordamos a nuestros Asociados en Categorías
“N”, “A” y “Plan Especial”, que disponen sin cargo la
participación de un Representante, para participar de todas las actividades del
Congreso y que los Asociados en Categorías “S”, “E” y “D”, cuentan con valores
preferenciales para la inscripción de Delegados a dicho Congreso.
El cierre de inscripciones será el 7 de Abril
pxmo., por lo que rogamos solicitar ampliación de datos, solicitudes e
informes, a nuestro Dpto. de Relaciones Públicas al Telefax
4372-0042/4371-9835 ó por E-mail: ias@redynet.com.ar
Invitamos a nuestros Asociados a visitar nuestra Pagina Web (www.ias.org.ar) y disponer de las informaciones técnicas, educativas y legales actualizadas a través del Servicio "I.A.S. ON LINE" al que pueden acceder utilizando su Nº de Código personal. |